Perdón si no e podido publicar en unos días, entre unas cosas y otras (que no me funcionaba internet y la Japan Weekend... xD), pero aquí os dejo otra entrega ^^
El reloj ya marcaba las once, y el movimiento acelerado de mis piernas anunciaba mi nerviosismo. Me encontraba en el parque en el que me dijo Fanuel que iria a las doce de la noche. Depués de cenar, le había dicho a mi madre que me iba a dar un paseo, pero fuí directa a aquel lugar, y desde entonces, no me había movido de uno de los columpios que lo adornaban. Durante aquel tiempo, no me fijé en lo que había a mi alrededor, simplemente pensaba en lo que iba a suceser.
Entonces, llegó el momento y la media noche hizo presencia, y, con ella, una figura apareció delante mia. No distinguia muy bien la figura, pero intuí que se trataria de Fanuel.
Poco a poco se fue acercando y descubrí que no iba solo. En sus brazos el cuerpo de una segunda persona se acurrucaba en ellos. Pronto, la luz de una farola dejo al descubierto los rasgos de los dos desconocidos. El joven era extremadamente bello, o por lo menos a mí me lo pareció, con una melena corta y rubia que le llegaba por los hombros, y unos ojos azules, tan fríos como el hielo. Sobre sus brazos, una joven se encontraba inconsciente, una joven de pelo largo y negro.
-Fa.. Fanuel- pronuncie su nombre mientras un extraño conjunto de sentimientos. Por un lado, la felicidad de encontrarme por fin con uno de mis amigos que había encontrado por internet y que tanto quería, por otro, todas las dudas que habían nacido en mi interior ahora eran mayores e, incluso, habían aumentado.
Todo el misterioso que rodeaba el foro, y ahora a joven desmayada en sus brazos.
-Lilum, supongo, perdonad mi descortesía, mi nombre es Fanuel y estoy encantado de poder conocer a una joven tan guapa como tu-.
Sus palabras me cautivaron, borrando la silueta de la joven desmayada, dejando solo la del joven.
-El...El placer es mio...- me quede mirandolo con la boca abierta.
Él, por su parte, puso una sonrisa picarona al ver mi reacción. Giró y andó hasta colocarse enfrente de un banco para colocar con delicadeza a la joven que tenía entre sus brazos. Después de dejar con sumo cuidado, volvió a centrar su atención en mí, sin darle importancia a la chica.
-Quien... ¿Quién es?- dije señalandola.
-Nadie, supongo- su voz sonó indiferente- la encontre mientras venia hasta aquí, con algo tenía que entretenerme, pero no te preocupes, la única que me importa, eres tú...-.
-Por que dices eso, la chica esta desmayada y.. Tu no me conoces casi- me irritó que pensara así.
Me fastidiaba que alguien creyera que me conocia, pues nunca mostraba como era realmente a nadie, simplemente dejaba entrever parte de mi ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario