viernes, 7 de octubre de 2011

Noches de bar

Sudor, suspiros, respiraciones entrecortadas, cuerpos desnudos entrelazados en un salvaje baile… El alcohol seguía muy presente a aquellas horas de la madrugada a pesar de haber estado desde el comienzo de la fiesta en aquel triste bar de carretera.
La noche, oscura y silenciosa, había empezado como otra cualquiera. Unos pocos conductores pararon en ese bar para pasar la noche ahogando sus penas con litros de vodka, whisky o ron. La rutina se olía por cada rincón de aquel lugar, hasta que el reloj había marcado las tres de la mañana…
Exactamente a esa hora diez jóvenes extremadamente bellas entraron en el local. Algunos de los allí presentes creyeron estar sufriendo alucinaciones provocadas por el cansancio y el alcohol… pues aquellas jóvenes de tez pálida, cabellos rojizos y largos y de vestimentas ajustadas… tenían los ojos de un rojo tan ardiente como el propio fuego del infierno.
Todas echaron un vistazo rápido por el local y cada una se colocó en un lugar alejado de sus compañeras. Algunas pidieron una copa, otras simplemente miraban como aquellos ocho hombres, incluido el camarero, no podían dejar de mirarlas…
Una de ellas, la más hermosa de todas, paseaba sus dedos entre sus rizos jugueteando dulcemente a la espera de la bebida que había pedido. Estaba sentada al lado de Charlie, un habitual del bar. El camarero la sirvió la copa y, lentamente, humedeció sus labios mientras seguía jugando con su pelo.
-Este whisky es tan malo que ni siquiera se puede beber ¿no crees?-pregunto mirando a Charlie mientras volcaba el vaso a la altura de su boca, mojándose desde el cuello hasta el pecho.
Y, sin mediar palabra, besó a Charlie de la forma más ardiente con la que le fue posible, a la vez que pasaba sus brazos sobre él para arañarle la espalda…
El resto de mujeres hicieron lo mismo con los allí presentes que, atónitos, no pusieron mucha resistencia ante aquel lujurioso regalo. Pronto sus ropas yacían en el suelo, algunas sirviendo de improvisado colchón… Gritos de pasión acompañados del roce de los cuerpos eran la melodía del lugar… Caderas moviéndose al mismo compás, suspiros desenfrenados, alcohol desparramado por el suelo…
Aquello no era más que el infierno disfrazado de lo que, para aquellos tristes mortales, consideraban el paraíso… Pues aquellas mujeres tenían un último deseo…
La mujer, dejo de besar a Charlie solo para lentamente morderle el lóbulo de la oreja y continuar bajando por su cuello lamiéndole. Siguió bajando hasta lamerle todo lo que pudo… Volvió a incorporarse para mirar fijamente a los ojos de su presa… Esta vez no iba a ser un beso, ni un lametón… Esta fue una mordedura, fría y desgarradora en el cuello de Charlie…
Pronto la sangre se fundía con el alcohol y las ropas tiradas por el suelo. La verdadera diversión comenzaba ahora para ellas, con un festín de sangre humana… Cuando terminaron sólo necesitaron un mechero para borrar del mapa los cuerpos mutilados y desangrados de aquellos tristes mortales…

Espero que os haya gustado, me gustaría que escribierais vuestros comentarios respecto a la historia, si os ha gustado, si os ha aburrido o que cambiarais.

Oscuros y sangrientos besos ^^

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