martes, 27 de septiembre de 2011

Dame

En esta ocasión os traigo un relato de amor, con unos toques "bequerianos", que espero os gusten.

Dame una ilusión y te daré una ciudad, dame un sueño y te daré un mundo, dame una vida y te daré un universo… pero si me das tus ilusiones, tus sueños y tu vida, los guardaré como un tesoro para que nada ni nadie pueda estropearlos.
Y es que ahora me encuentro como aquel triste hombre que un día encontré en un cuento corriendo por un siniestro y mágico bosque buscando a su bella y dulce dama de cabellos dorados, que no resulto ser más que un rayo de luna…
Una vez la vio en un lago, donde ni su reflejo en las cristalinas aguas, era capaz de reflejar la belleza más que sobrenatural que irradiaban sus brillantes verdes ojos… Un rayo de luna convertido en carne humana.
Y el hombre, fascinado ante aquel sobrecogedor espectáculo, no fue capaz de dejar de pensar en ella y así aquel triste mortal paso su vida encerrado en aquel bosque con la única esperanza de volver a ver a su rayo de luna… Se convirtió en un pobre iluso perdido en dos ojos verdes los cuales le producían una muerte bella y trágica a la vez que caprichosa por poder morir frente a tal hermosura…
Y es que ahora me encuentro como aquel triste hombre observando esta luna de cuarto creciente que apenas acaba de tomar su forma hace un par de noches, esperando volver a encontrarme con mi rayo de luna que eres tú… Y perderme en la inmensidad de tus dos hermosos marrones ojos sin miedo a perderme en su profundidad, sin miedo a ahogarme, aferrado a mi rayo de luna… aferrado a ti, dándome seguridad y la mayor reconfortación que jamás he sentido con nadie antes… Sin miedo a no saber ni siquiera quien soy o donde estoy, pues sólo me importa quién eres tú y si estas a mi lado…
Sólo puedo decir que tu eres mi rayo de luna que ilumina mi lúgubre noche en la que se había convertido mi vida…
Y, por desgracia, ahora te encuentras lejos de mí perdido en la inmensidad de la ciudad. Pero si aquel cuento que de niña escuché sobre un loco estúpido que buscaba un rayo de luna me enseño algo, es que la vida merece la pena si luchas por encontrar lo que quieres. Ni siquiera recuerdo si aquel cuento tenía un final feliz o, por el contrario, el hombre siguió mirando a la luna como un loco… Pero para este cuento el único que puede decidir un final eres tú… mi propio y particular rayo de luna…
Dame una ilusión y te daré una ciudad, dame un sueño y te daré un mundo, dame una vida y te daré un universo… pero, por favor, dame tus ilusiones, tus sueños y tu vida… y los guardaré como un tesoro, para que nada ni nadie pueda estropearlos… hasta que tus ilusiones y tus sueños sean tu realidad… y tu vida… sea yo…

Espero que os haya gustado, me gustaría que escribierais vuestros comentarios respecto a la historia, si os ha gustado, si os ha aburrido o que cambiarais.

Oscuros y sangrientos besos ^^

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