Bueno, amigos de lo oscuro y el terror, hoy os traigo otra de mis historias, aunque sé que tengo algunas sin terminar, y pido perdón por ello, pero bueno, esta no es de terror ni mucho menos. Es corta y es, que yo recuerde, lo primero que escribí, por eso la tengo mucho cariñoa esta historia. Asi que sin más, os dejo leer.
A veces me gusta estar sola simplemente ser una apariencia inexpugnable, pero esa vez desee con todas mis fuerzas que alguien estuviera conmigo que me diera su hombro para poder llorar, que me enseñara el camino que debía tomar, pero no había nadie.
Me encontraba en un lugar desconocido para mí, un lugar oscuro donde solo se podían distinguir algunas pequeñas sombras que armonizaban el lugar. Un lugar que helaría la sangre de cualquier ser humano, gracias a un silencio que contenía el más doloroso de todos los sentimientos, la tristeza. Cuando deje de contemplar atónita el sitio me di cuenta de lo que era yo, no era nada…simplemente nada. Algo etéreo, no tenía cuerpo pero sentía que estaba de pie, donde estaban en todo momento mis manos, podía cerrar los ojos aunque no tuviera, y sobre todo pensaba. Pensaba que horrible sitio se extendía delante de mí y con todas mis fuerzas que era yo y que había pasado.
Como una sombra deslizándose por el suelo apareció otro éter, sentía que no había nada pero yo lo veía. Allí estaba con una sonrisa dulce en una boca sucia, no lo había visto nunca pero en el distinguía una sonrisa interminable que yaciendo profundamente escondía sus verdaderas intenciones. No confiaba en él pero era la única manifestación de vida por aquellos terrenos.
De alguna manera que desconozco el éter me dijo que le siguiera, y así hice. Caminamos sin saber muy bien por donde íbamos, por lo menos yo. Cada vez me sentía peor sin saber la razón. Por fin paramos en un lugar que me parecía el mismo que el primero.
En aquel momento un escalofrió recorrió mi columna vertebral inexistente. Note que mis pies se sostenían sobre un agua helada, que no llegaba a ser hielo. Mis ojos empezaron a emborronarse, y en cuestión de segundos, una gota recorría mi cara, empezando así un sollozo sin explicación. Mire de reojo a mi guía que sonreía con más alegría que nunca desapareciendo poco a poco dejándome sola.
Una intensa y pesada niebla me rodeo mientras sentada lloraba sobre lo que parecía un lago. En aquel momento solo quería la compañía de alguien conocido.
Con una rapidez increíble caí al agua. Seguía llorando pero ya no lo parecía y la niebla, extrañamente, también permanecía dentro del agua. Pronto sentí que me ahogaba y hasta ese momento no hice nada para impedirlo. Ni siquiera intente nadar hacia la superficie me era imposible avanzar, por el contrario caía hacia lo más profundo del lago sin remedio. Me rendí.
Como un rayo en la superficie del lago aparecieron unas caras, las caras de mi gente: mi familia y mis amigos. Ni siquiera las miraba pero las sentía, sentía como me miraban. En un impulso nadé hacia la superficie, y mientras subía la niebla desaparecía, la tristeza, la soledad ,todo desaparecía. Entonces llegue a la superficie.
En aquel momento abrí los ojos y descubrí que solo había sido un sueño pero a la vez había sido real. Estaba en mi cama llorando de felicidad a la vez que miraba todo con añoranza. Por primera vez había sentido como se siente cuando te rindes, te rindes y abandonas todo lo que tienes incluso a ti mismo, llegando al punto de convertirte en algo etéreo que solo existe por que su corazón late. Me di cuenta que el otro éter no era más que yo misma con una horrible máscara que poco a poco me llevaba a la inmensa y fría soledad.
Desde aquel día no a habido uno solo que no me halla acordado de ello diciéndome que nunca cediera que nunca me apague.
Espero que os haya gustado, me gustaría que escribierais vuestros comentarios respecto a la historia, si os ha gustado, si os ha aburrido o que cambiariais. .
Oscuros y sangrientos besos ^^.
No hay comentarios:
Publicar un comentario